The Virgin Mary, Holy Spirit? Unamuno, Life 8.14

Why do some Christians worship the Virgin Mary? Unamuno thinks this worship comes from our emotional need to make God a perfect specimen of humanity, which requires family rather than isolated individuals. He is also amenable to reading her into the orthodox Trinity (as not everyone would!).


El culto a la Virgen, en efecto, la mariolatría, que ha ido poco a poco elevando en dignidad lo divino de la Virgen, hasta casi deificarla, no responde sino a la necesidad sentimental de que Dios sea hombre perfecto, de que entre la feminidad en Dios. Desde la expresión de Madre de Dios, θεοτόκος, deipara, ha ido la piedad católica exaltando a la Virgen María hasta declararla corredentora y proclamar dogmática su concepción sin mancha de pecado original, lo que la pone ya entre la Humanidad y la Divinidad y más cerca de ésta que de aquélla. Y alguien ha manifestado su sospecha de que, con el tiempo, acaso se llegue a hacer de ella algo así como una persona divina más.

Y tal vez no por esto la Trinidad se convirtiese en Cuaternidad. Si πνεῦμα, espíritu en griego, en vez de ser neutro fuese femenino, ¿quién sabe si no se hubiese hecho ya de la Virgen María una encarnación o humanación del Espíritu Santo? El texto del Evangelio según Lucas, en el versillo 35 del cap. I, donde se narra la Anunciación por el ángel Gabriel que le dice: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti», πνεῦμα ἅγιον ἐπελεύσεται ἐπὶ σέ, habría bastado para una encendida piedad que sabe siempre plegar a sus deseos la especulación teológica. Y habríase hecho un trabajo dogmático paralelo al de la divinización de Jesús, el Hijo, y su identificación con el Verbo.

De todos modos, el culto a la Virgen, a lo eterno femenino, o más bien a lo divino femenino, a la maternidad divina, acude a completar la personalización de Dios haciéndole familia.


The cult of the Virgin has elevated Mary's dignity little by little over time, to the point that she is almost a deity. This Mariolatry arises purely from our emotional need for God to be a perfect man, which requires that femininity enter into God. Catholic piety has gone from naming her Mother of GodGod-bearer in Greek—to exalting her as co-redeemer, and proclaiming her conception to be without any spot of original sin. This places her between Humanity & Deity, and closer to the latter. Quite a few observers have voiced the suspicion that she may yet be made into another divine person.

Her elevation might not turn the Trinity into Quaternity. If pneuma, the Greek word for spirit, were feminine instead of neuter, who knows whether Mary wouldn't already have been made into an incarnation or humanization of the Holy Spirit? The text of Luke's gospel has Gabriel utter the following words to her as part of the Annunciation: “The Holy Spirit shall come upon you” (1.35). This is enough matter for any fervent piety that knows how to bind theological speculation to its desires. The outcome here would be dogmatic work equivalent to the divinization of Jesus, the Son, and his identification with the Word.

In any event, the worship of the Virgin—of eternal or divine femininity, of divine motherhood—hastens to complete God's personification as family.